Caballeros de Devoción - Orden Bonaria

Saturday, July 29, 2006

CABALLEROS DE DEVOCIÓN DE LA ORDEN BONARIA.


Todos los que aman al Señor con todo el corazón, con toda el alma y con toda la mente, con todas las fuerzas, y aman a sus prójimos como a sí mismos, y reciben el cuerpo y la sangre de nuestro Señor Jesucristo, y hacen frutos dignos de caridad y sacrificio por los que están necesitados de amor, y caridad: ¡Oh cuán bienaventurados y benditos son ellos y ellas, mientras hacen tales cosas y en tales cosas perseveran!, porque descansará sobre ellos el espíritu del Señor y hará en ellos habitación y morada, y son hijos del Padre celestial, cuyas obras hacen.

A todos aquellos a quienes lleguen estas letras, les rogamos, en la caridad que es Dios, que reciban benignamente, con amor divino, las susodichas odoríferas palabras de nuestro Señor Jesucristo. Y los que no saben leer, hagan que se las lean muchas veces; y reténganlas consigo junto con obras santas hasta el fin, porque son espíritu y vida. Y los que no hagan esto, tendrán que dar cuenta en el día del juicio, ante el tribunal de nuestro Señor Jesucristo, que es Amor, Perdón y Caridad.

Los Bonarios de Devoción, pues, busquen la persona viviente y operante de Cristo en los hermanos, en la Sagrada Escritura, en la Iglesia y en las acciones litúrgicas. Sea para ellos inspiración y guía de su vida eucarística.

Sepultados y resucitados con Cristo en el Bautismo, que los hace miembros vivos de la Iglesia, y a ella más estrechamente vinculados por la Profesión, háganse testigos e instrumentos de su misión entre los hombres, anunciando a Cristo con la vida, con la palabra, pero también en la Hospitalidad y la Caridad, con los necesitados.

Como Jesucristo fue el verdadero adorador del Padre, del mismo modo los Bonarios de Devoción, hagan de la oración y de la contemplación el alma del propio ser y del propio obrar.
Participen de la vida sacramental de la Iglesia, especialmente de la Eucaristía, y asóciense a la oración litúrgica en alguna de las formas propuestas por la misma Iglesia, reviviendo así los misterios de la vida de Cristo.


La Virgen María, Nuestra Señora del Buen Ayre, humilde sierva del Señor, siempre atenta a su palabra y a todas sus mociones, fue para Nuestro Señor centro de indecible amor.

Los Bonarios de Devoción den testimonio de su ardiente amor hacia Ella por la imitación de su disponibilidad incondicional, y en la efusión de una confiada y consciente oración, pero más en el trabajo de cuidar a los niños y criaturas indefensas, que sin Madre terrenal; vean en nuestro trabajo, una labor de la Madre del Cielo.

Asociándose a la Devoción redentora de Jesús, que sometió su voluntad a la del Padre, cumplan fielmente las obligaciones propias de la condición de cada uno, en las diversas circunstancias de la vida, y sigan a Cristo, pobre y crucificado, confesándolo aun en las dificultades y persecuciones.

Llamados, juntamente con todos los hombres de buena voluntad, a construir un mundo más fraterno y evangélico para edificar el Imperio de Dios, conscientes de que «quien sigue a Cristo, Hombre perfecto, se hace a sí mismo más hombre», cumplan de modo competente sus propios deberes con espíritu cristiano de servicio y caridad.

Estén presentes con el testimonio de su vida humana y también con iniciativas eficaces, tanto individuales como comunitarias, en la promoción de la justicia, particularmente en el ámbito de la vida pública, empañándose en opciones concretas y coherentes con su fe.

Extractos de la Regla de los Caballeros de Devoción de la Muy Noble y Augusta Orden de Santa María de los Buenos Ayres, ORDEN BONARIA, aprobada por el Santo Sínodo de la Santa Iglesia Apostólica Primitiva, Católica y Ortodoxa.

Posted by ORDEN BONARIA :: 4:04 AM ::
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